ISLyMA lanza su 7º Concurso de Expresión Escrita «Sin presiones» para los trabajadores

ISLyMA lanza su 7º Concurso de Expresión Escrita «Sin presiones» para los trabajadores

El Instituto de Salud Laboral y Medio Ambiente de Trabajo, ISLyMA CTA, convoca a participar del 7mo Concurso de Expresión Escrita para los trabajadores: “Sin Presiones, historias del mundo laboral”. Un espacio único, sin límites para poder contar lo que nos pasa, lo que padecemos en nuestro trabajo.

Bajo la Consigna “Sin presiones – Historias del mundo laboral” se busca que los trabajadores exterioricen sus vivencias y luchas a pesar de la pulseada con la patronal.

Participantes

Podrán participar todas las personas que sean, hayan sido, serán o se sientan trabajadoras, de cualquier oficio o profesión y que desempeñen su actividad en nuestro país: trabajadores en relación de dependencia, autogestionados, informales (en negro), monotributistas, cooperativistas, jubilados, desocupados, etc.

Tema

La temática de los trabajos debe estar relacionada con las principales problemáticas que afecten la salud de los trabajadores/as, más allá de lo salarial, entendiendo a la salud como el completo estado de bienestar físico, psíquico y social. Se receptarán trabajos que respondan a cualquier género narrativo, con la condición de que sean relatos de no ficción. Sí, previa aclaración, puede haber datos personales que por cuestiones de seguridad no se consignen en el texto.

Para informes e inscripción: info@islyma.org.ar

 

En la Sexta Edición del Concurso “Sin Presiones” la ganadora del Primer Premio fue la periodista Beatriz Molinari, trabajadora de La Voz del Interior y parte de la Comisión Directiva del CiSPren. Bajo el título “Logotomía”, la autora desnuda una realidad puertas hacia adentro de los trabajadores que “se ponen la camiseta de la empresa”. La devolución del jurado fue la siguiente:

Excelente relato de las vivencias de un trabajador en una empresa que lo explota (pero le da “buena ropa” de trabajo), lo margina. Pone de manifiesto los vínculos laborales con sus compañeros, de qué manera van generándose lazos profundos no sólo de compañerismo sino, también, de transmisión de saberes en y del trabajo”, fueron las frases esbozadas desde el jurado para destacar el relato de Molinari. El tribunal evaluador estuvo integrado por Stella Moreno en representación de la Secretaría de Salud Laboral de CTA Capital Federal, María Dolores Bertarelli del ISLyMA CTA y la Dra. Ximena Cabral Secretaria de Cultura del CiSPren.

Compartimos el Primer Premio para el deleite de los lectores de Prensared:

Me paro frente al asador y empiezo a sacar una a una las plantas. Como se usa poco, Ester acomoda las macetas como si fueran pichones debajo del techito. Pongo el carbón y mucho diario. Hace falta paciencia para prender el fuego. Voy echando el combustible de a gotas, sin apuro. Se asoma uno de los chicos por la ventana del dormitorio y sin decir nada vuelve a sus cosas.

Cuando fuimos con Ester al velorio de Gómez, escuché los comentarios: “mirala a la humienta”, “miralo con esa pilcha”. “Yo no tengo la culpa de que hayan quedado del otro lado del canal, comiendo tierra”, fue lo primero que pensé.

La campera es abrigada, de tela resistente. No será a medida pero cuando me la pongo parezco mejor vestido. En el velorio de Gómez me ocupé de contar, entre trago y trago, que la Empresa es buena, que también me dieron la remera y los pantalones haciendo juego.

Gómez. Tan quieto. Me acuerdo del día que lo echaron como un perro. Lo miré y envejecí varios años en la caminata hasta el portón. Salió derechito, sin nada. Me palmeó la cara con cariño. No entendí. Hasta la otra noche, en su velorio. Gómez zafó bien después de la palmada en el portón. Un tipo que leía, que conocía las leyes. Se reía del cabrón del encargado porque confundía los verbos. Si no fuera por Gómez, yo ni me daba cuenta.

El humo se hace más negro. Alimento el fuego y me pongo a silbar. Se asoma mi otro chico y avisa que se va a jugar al fútbol. Me sorprende el olor del humo espeso. Van a tirar la bronca los vecinos. Por una vez… Yo soy un tipo tranquilo, trabajador, hago lo que me dicen, aguanto. Por un poco de humo…

La nena me mira desde la puerta de la cocina. De golpe me pasa lo mismo que cuando Gómez me dio la palmada. Se acerca y levanta la ropa de la soga para que no se ensucie. Su sombra en la pared cruza el humo y canta conmigo la canción que se me pegó de no sé dónde.

Agrego un chorrito de combustible y me siento más liviano, como cuando me quisieron cambiar el franco y dije que no podía. Ni yo sé cómo me animé. En el velorio me acordé de eso. Si hubiera estado Gómez ese día, me hubiera sonreído.

Una semana después se accidentó Miguel. Se abrió la pierna con una puerta y el encargado le gritó enfurecido: “¡Qué estabas haciendo, boludo!”

¿Cuánto pasó desde eso hasta lo del Marcelito? Era buen chico. Nunca supe de qué lo acusaron. Se fue a matar a la casa de la abuela. Pobre vieja. Qué iban a ser las drogas las culpables, si Marcelito no tomaba alcohol. Ni fumaba. Por eso me dan miedo los más jóvenes. No son de aguantar como uno. El Brian se dio un palo con la moto y quedó rengo. “Acá va a llegar el día en que no van a poder con la angustia”, sabía decir Gómez.

Las cenizas se vuelven gruesas, pesadas. El olor me hace llorar: ácido, como acetona. Me alejo un poco. Me acuerdo del humo de las manifestaciones frente al portón de la empresa. Hacía mucho que no veía a Gómez. Grita, me llama, me doy vuelta y me sonríe con la bandera en la mano. Me dio envidia, rabia. Me metí al baño, rojo de vergüenza. Me mojé la cara y chorreé la remera. No sé por qué tuve miedo de desteñir el logo. Ideas mías.

“¿Pasa algo?”, grita el vecino del lado. “No, no”, le contesto rápido con una voz que no reconozco.

Los pantalones y la remera ardieron a fuego constante. La campera me dio mucho más trabajo. Las llamas chillan cuando agrego combustible, crecen y se pegan a la pared del asador. ¿Quién la habrá cosido? Arden los puños y el cuello. No me di cuenta de sacarle el cierre. No importa, que quede chamuscado e inútil. Arden los bordes del logo. Lo blanco se vuelve negro. ¿Cuánto tardaron en coserlo? ¿Fueron las manos de una chica o de una vieja, las que pusieron la campera en la pila? ¿Cuántas al día? ¿O fue de noche?

Los vi bien, al encargado, frotándose las manos, y sus chupamedias, llevándose la mercadería en la camioneta de la empresa. Me quedé con eso, sin poder contarlo. Vomité la cena. “Ustedes los de la noche son los más peligrosos, los más vagos y jodidos”, escucho que les dice a los changos que descansan un rato y se toman un mate.

Siempre lo supe, pero me lo terminó de explicar Gómez, quieto en su cajón barato, en medio del ruido del velorio, porque fuimos tantos a saludarlo que no entrábamos en la pieza.

Las últimas letras se resisten. Avivo el fuego. Ahora sí, arden. Pegan en el techo bajo, sueltas. Ya no dicen nada.

Cuando se asoma Ester, bien peinada, de sábado, aunque no haya esperanza de salida, se tapa la nariz. “¿Qué hacés?”, me pregunta y se mete adentro. Ella nunca se queda a escuchar las respuestas. No abro la boca. Remuevo las cenizas blandas, papelitos negros que recojo con la pala y meto en una bolsa.

Pienso en Gómez y sonrío por primera vez en mucho tiempo.

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Despidos en La Mañana | Solidaridad y compromiso en la lucha

Despidos en La Mañana | Solidaridad y compromiso en la lucha

La grave situación que atraviesan los trabajadores del diario La Mañana de Córdoba por el envío de 11 telegramas de despidos movilizó la solidaridad de compañeros de medios de comunicación de Córdoba, como son los casos de los SRT, Comercio y Justicia y La Voz del Interior, que en sus respectivas redacciones, exhibieron carteles con la inscripción «No a los despidos en La Mañana de Córdoba».

También hubo solidaridades individuales por las redes sociales y un gran acompañamiento informativo sobre el tema de (casi) la mayoría de los medios de la ciudad y de la provincia de Córdoba.

Esta muestra de solidaridad destaca el alto grado de compromiso de los compañeros hacia sus colegas, más aún teniendo en cuenta el lugar en que se llevó a cabo, que en el caso de los compañeros de los SRT, el Comercio y Justicia y La Voz del Interior, fue en sus Redacciones, con toda la carga simbólica que eso conlleva.

La solidaridad es una demostración de unidad en la lucha porque hoy son los compañeros de La Mañana que la están pasando mal, pero nadie está exento de quedar en la calle ante la ola de despidos tanto en el sector privado como en el estatal que se está viviendo.

¡Juntos somos más!.

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Comunicado | La Voz del Interior impide el ingreso a sus puestos de trabajo a compañeros periodistas

Comunicado | La Voz del Interior impide el ingreso a sus puestos de trabajo a compañeros periodistas

El Círculo Sindical de la Prensa y Comunicación de Córdoba (Cispren) manifiesta su preocupación ante la actitud autoritaria de la patronal de La Voz del Interior, quienes en horas de la tarde impidieron el normal ingreso hacia sus puestos laborales a un grupo de compañeros periodistas del medio pertenciente al Grupo Clarín.

La empresa está tomando claras represalias en contra de los trabajadores a raíz de una denuncia realizada por nuestro sindicato por cuestiones convencionales que La Voz del Interior y sus gerentes no cumplen.

No nos sorprende para nada que una vez más La Voz del Interior se muestre patotera, autoritaria y violenta para con sus trabajadores, tratando de inocular miedo y evitar que reclamen sus correspondientes derechos.

Nos solidarizamos con los compañeros periodistas y ponemos a su entera disposición las herramientas gremiales y legales que sean necesarias para revertir esta lamentable situación.

Bárbara Arias (Secretaria de Prensa) – Esteban Liendo (Secretario Gremial).

Fotografía Prensared – Archivo.

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Mina Clavero | Conferencia sobre nuevas formas de organización de los trabajadores

Mina Clavero | Conferencia sobre nuevas formas de organización de los trabajadores

El Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren) y el Instituto Superior Doctor Carlos María Carena invitan a la Conferencia «El trabajo hoy: nuevas formas de organización de los trabajadores»  dictada por el abogado Eugenio Biafore, especialista en derecho laboral y Conjuez Federal. En ella, se realizará un recorrido histórico por los cambios en la organización del trabajo y se abordarán los desafíos actuales de la lucha gremial. Moderará la charla Alejandra Bono, docente de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social.

En dicha ocasión además, se presentará el Nº 28 de la revista político-cultural del Cispren, Umbrales, edición dedicada a la temática del trabajo y a la conmemoración de los 30 años de vida del sindicato de la prensa y la comunicación de Córdoba.

La cita será el viernes 28 de agosto en el Instituto Carena, Avenida San Martín 1545 (Mina Clavero) a partir de las 18 hs.
La actividad es libre y gratuita. Se entregarán certificados a los asistentes.
Sitio web Revista Umbrales: www.umbrales.com.ar
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