El fotorreportero que falleció en marzo de este año, fue homenajeado por familiares, amigos y colegas en luna jornada en la que se descubrió una placa en su honor.
Por Redacción*
En el Día de las y los Trabajadores de Prensa, en un auditorio colmado de familiares, amigos, colegas, se recordó con poemas, palabras, recuerdos e imágenes a Leonardo Luna.
Recordando anécdotas y recuerdos de su trayectoria como fotoperiodista, el acto estuvo a cargo del periodista Javier De Pascuale, compañero de Leonardo en los diarios La Mañana de Córdoba y Comercio y Justicia. De Pascuale destacó que pese a ser muy critico es varios aspectos del modelo de cooperativa en el que se había enmarcado el diario, «él sabia dónde tenía que estar: al lado de sus compañeros».
Por su parte, la secretaria General del Cispren, María Ana Mandakovic puso en valor su militancia y compromiso al servicio de las causas justas: “Era un gran compañero, un militante, un defensor de la bandera de los que no tienen voz”, dijo.
La palabra circuló y la voz de uno de sus hijos, Joaquín Luna se hizo escuchar: “Si ustedes creían que era una buena persona como trabajador, no se imaginan lo bueno que fue como padre para mí y para mi hermano Gaspar”, dijo emocionado. Además, recordó la humildad que caracterizaba a Leo: “Era muy simple, no le importaban las cosas caras. Pero hoy falta y la tarea es aprender a vivir sin alguien que tuve toda mi vida” expresó.
Sus amigos y colegas de los distintos espacios de los que fue parte también quisieron compartir unas palabras en su recuerdo. Liliana Franch, presidenta de la cooperativa de Comercio y Justicia, medio en el que Leo trabajó por más de dos décadas, expresó su pesar por su partida. “Fueron días muy difíciles. Pero seguimos recordándolo juntos. Su paz, su tranquilidad, van a estar siempre. Fue uno de los compañeros pioneros que estuvo en el diario”, señaló.
A su turno, Alfredo Flury, compañero del diario afirmó sobre Leo: “Era un tipo muy simple, de bien. Una buena persona, que militó con convicción sus ideales”. Su interlocución estuvo marcada por una gran emotividad, ya que le hizo entrega a Joaquín unas antiparras que le había obsequiado a su padre, quien además de su pasión por la fotografía y las causas sociales, era un gran nadador.
Sus compañeros fotorreporteros también tuvieron su momento para homenajearlo. Entre ellos, la fotógrafa Irma Montiel, quien aseguró que su colega “tenía coraje, valentía y resistencia”. Recordó también que Leo decía que los reporteros gráficos siempre están “del lado de los buenos”. “Era protector. Un sostenedor de banderas, de ética, de compromiso, de trabajo y de buena persona”, completó.
Hasta pronto, Leo
El fotógrafo Jairo Stepanoff, autor de la imagen de la placa, lo recordó no sólo como un «necesario» y afirmó que su legado de imágenes se «vuelven imborrables y valiosas». También evocó la presencia de otros queridos colegas como Osvaldo Ruíz, Héctor Arroche, Ramón Verdú, entre otros que hoy no están físicamente. Stepanoff afirmó que conoció a Leo, como la mayoría de quienes estaban en el auditorio, en medio de una cobertura de prensa. “’Pibe! te venís desde Cosquín??!’ eran las palabras que solía repetir cuando nos cruzábamos de tanto en tanto” . A continuación leyó un fragmento del poema Cuando yo me vaya, de Carlos Boaglio: «Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas; y entre los papeles que he escrito apurado, [o entre mis fotos, agrego]. Si me extrañas mucho, disimula al acto. Búscame en los niños, el café, la radio. No pronuncies nunca la palabra muerte. A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado. La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más. Los hombres que “viven” no se mueren nunca, Se duermen de a ratos, de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa. Entonces un día, sonriente y vibrante sabrás que volví para no marcharme».
Tras la lectura del poema, hablaron sus compañeros de militancia del Partido Obrero. Las palabras estuvieron a cargo Elsa Torre, fotógrafa, militante y amiga de Leonardo, quien se refirió a las diferentes actividades en defensa de los Derechos Humanos que realizaron juntos. “Era muy buen fotógrafo, le importaba mucho el arte”, dijo. Y al señalar su costado más humano, aseguró que él era la clase de amigo que siempre llamaba para preguntar cómo estabas.
A continuación se invitó a Alejandra Román, su ex pareja, y a Joaquín Luna a descubrir la placa homenaje que quedó en los pasillos del Cispren, en un espacio muy simbólico ubicado en las escaleras del Centro de Documentación, ámbito en el que sabía transitar en numerosas jornadas de talleres, colaboraciones y militancias. El cariño de su gente, su rol social, así como su colaboración con el gremio y el trabajo que realizó en el Centro de Documentación para recuperar la historia gráfica cordobesa en imágenes, contribuyeron a decidir otorgarle ese lugar en el edificio.
Sobre el final, la cantautora Coty Tormo interpretó la canción «Respirar el alba», de Sofìa Viola, en honor al compañero fotorreportero. «Por el cielo se rumorea que un ave joven quiere sentar vuelo…» se escuchaba su voz envolvente en el hall central del Cispren, mientras se descubrió la placa y se invitó a los asistentes a visitar la muestra que Leonardo había realizado sobre portadas del diario Còrdoba por las históricas jornadas del Cordobazo.
QUERIDO LEO, SIEMPRE ESTARÁS PRESENTE EN NUESTROS CORAZONES
Fotografías: Gentileza Jairo Stepanoff y Cispren.