Circunstancias excepcionales como la pandemia en desarrollo y una crisis económica sin precedentes, nos imponen a los trabajadores/as tomar la iniciativa a riesgo de padecer aún más severamente sus consecuencias, hundidos en el silencio.
Abrigados por esa certeza, el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación (Cispren), expuso ante las autoridades legislativas de la provincia la gravedad de la tarea periodística en hora tan desolada y la ausencia de reconocimiento por parte de las empresas, solo ocupadas en sus eventuales desequilibrios presupuestarios. Tan manifiesto es el asedio del enemigo viral del momento, que uno de los empresarios mediáticos más influyentes y obstinado en liberar las actividades, aún aislado como estaba se volvió víctima del COVID19.
Somos esenciales porque la información, el insumo, y la sociedad, propósito de la tarea diaria, constituyen nuestra dimensión laboral. Sin embargo, el salario por debajo de la línea de la pobreza desmiente tal adjetivación en los términos del contrato laboral. Entonces, somos esenciales pero pobres.
El colectivo de prensa cordobés ha actuado «desinteresada, espontánea, valiente y profesionalmente», prestando «una ayuda singular a todos los involucrados en la prevención y el abordaje de la epidemia», señala la fundamentación del reconocimiento de la Legislatura de la Provincia de Córdoba.
El expreso respaldo político obtenido en el parlamento a nuestra actividad y sus gestores, impone a las patronales un gesto reparador en materia salarial, a riesgo de ser señalados como meros especuladores que solo satisfacen sus apetencias con el esfuerzo de sus trabajadores, cuando la oscuridad parece haberse abatido sobre los pueblos. Cispren, al tiempo que valora la ayuda estatal provista al personal de salud y seguridad, insta a las autoridades políticas provean a los trabajadores/as de prensa un estímulo concreto, en reflejo de lo dispuesto por los representantes del pueblo.
La información es un bien social. Este consenso despeja el camino hacia mejores formas de ejercicio periodístico, pero seguimos siendo trabajadores mal pagados. En esa convicción agotamos cada una de nuestras iniciativas.
Como ésta que nos vuelve visibles por obra de la legítima representación política.