Miguel Rojo vio nacer el Cispren hace 40 años. Entre los hitos que lo llenan de orgullo, aparece la Revista Umbrales como bastión político, la palabra al servicio de la esperanza. Comparte el recuerdo, siempre doloroso, de la muerte de Cacho Garat y destaca el lado oscuro del avance tecnológico, como amenaza para las condiciones de trabajo de las y los compañeros de prensa. Miguel fue Secretario General del Cispren del 1990-1992 y del 1992-1994.
“Los hitos de una gestión hablan sobre logros alcanzados. También, las situaciones adversas son momentos significativos que atraviesan las instituciones por razones que no le son propias: el contexto socio-económico y las decisiones que emanan del poder político”, dice Miguel Rojo y agrega: “todo ello, opera como condicionante, trátese de una cooperativa, de un sindicato, de un centro vecinal; de una entidad educativa o de salud”.
Para el exsecretario general “la gestión de un gremio implica la existencia de un liderazgo que imprime su impronta, pero su desarrollo requiere de un trabajo colectivo: en equipo, toda la gestión se fortalece.”
Miguel Rojo, histórico trabajador de prensa de los SRT y del diario Córdoba, fue uno de los protagonistas de un hito fundamental en la historia del Cispren: el lanzamiento de la revista UMBRALES en diciembre de 1993. Al respecto, Rojo recuerda: “Ya en los estertores de la dictadura genocida, en los “recreos” de la redacción del diario CÓRDOBA, el inolvidable compañero, periodista, escritor y militante Pancho Colombo, me decía una y otra vez que cuando recuperásemos el gremio, tendríamos que editar una revista que fuera no sólo usina de información sindical, sino también, que abordara temas que interesan a toda la sociedad. Finalmente, la publicación nació cristalizando la sagrada obsesión de Pancho.”
Y como debía ser, Pancho Colombo fue el director de esta valiosa herramienta cultural.
Miguel y el Menemato
Miguel asumió la conducción del gremio de prensa cordobés cuando el menemato irrumpió en el escenario político nacional reinstalando el neoliberalismo con sus secuelas de destrucción del tejido social y la venta de los activos patrimoniales de la nación: “Una extensa y dura lucha afrontamos con decisión, junto a gremios hermanos de todo el país”, rememora Rojo.
El 1º de abril de 1991, Domingo Felipe Cavallo ponía en marcha la convertibilidad que modificó sustancialmente las reglas de juego e impactó por ejemplo, en las discusiones partidarias: “No obstante, en ese marco desfavorable, pudimos sostener y ampliar las prestaciones de nuestra Obra Social”, afirma Rojo.
Otro hito crucial de las luchas en aquellas épocas fue enfrentar la amenaza de eliminación de lo que el gobierno nacional denominaba Estatutos Especiales: la ley 12.908 (Estatuto del Periodista Profesional) y la ley 12.921 (Estatuto de Empleado Administrativo de Empresas Periodísticas).
“El gobierno neoliberal de Menem intentaba forjar una reforma laboral castradora de derechos que tenían en la mira estas leyes, a las que calificaba de privilegios, sin interesarle que eran y son normativas sustanciales de la actividad periodística”, señala Rojo.
El presidente Carlos S. Menem, -como revela la edición de la revista Proyección junio/julio de 1993- recibió por entonces en sus propias manos una extensa carta del Círculo Sindical de la Prensa de Córdoba donde se le informaba sobre los fundamentos de la defensa de los Estatutos.
Paralelamente, el Cispren concretaba una reunión con los diputados nacionales por Córdoba, quienes respaldaron la posición del gremio. “Junto a los gremios hermanos de todo el país, con la conducción de la Fatpren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) llevamos adelante una decidida -y también decisiva- campaña de concientización social que terminó por abortar la peligrosa iniciativa gubernamental”, explica el exsecretario general.
“Otro hito crucial de nuestras luchas en aquellas épocas fue enfrentar la amenaza de eliminación de lo que el gobierno nacional denominaba Estatutos Especiales: la ley 12.908 (Estatuto del Periodista Profesional) y la ley 12.921 (Estatuto de Empleado Administrativo de Empresas Periodísticas).”
Los hitos pueden ser tangibles o intangibles, testimoniales y simbólicos. Por eso la organización y la planificación de la consecución de los planes de viviendas no se interrumpió luego de la inauguración del Cispren 1, inaugurado en agosto de 1989, y se puso manos a la obra en el segundo plan posteriormente cristalizado en el Cispren 2 de Avenida Colón.
“Fue también un hito la presencia en nuestra sede de Roberto Fernández Retamar –entonces presidente de la Casa de las Américas con sede en La Habana. La Secretaría de Cultura a cargo del compañero Guido Dreizik tuvo un accionar dinámico y fructífero. Y un hito doloroso que conmovió hasta sus cimientos al gremio de prensa: el accidente en Brasil, que costó la vida de Oscar “Cacho” Garat (22 de enero de 1994), entonces Secretario de Acción Social, pérdida que hasta hoy tiene el sentido que va mucho más allá del recuerdo y se inscribe en el reconocimiento de los imprescindibles. El impacto de su muerte aún me sacude, porque asistí desolado a esa tragedia en tanto estábamos vacacionando juntos su familia, la mía y la de César Arese y Luis Pizano. Hoy sabemos que su ausencia no tiene reemplazo posible”.
Un hito que se enmarca en el crecimiento institucional del Cispren fue la apertura de la filial con sede en la ciudad de San Francisco.
Otro, igualmente significativo, la firma del convenio con las empresas constructoras que dieron vida al complejo de viviendas Cispren II en Avenida Colón.
Rojo señala que esos hitos no son más que la consecución de las realizaciones que Oscar “Cacho” Garat impulsó y concretó entre 1984 y 1990. Y que siguieron jalonando el engrandecimiento y el fortalecimiento del gremio hasta el presente. (
Nacido en democracia
El Cispren nace con la democracia recuperada, tras un proceso de construcción que se inició cuando se vislumbraba la retirada de los uniformados genocidas. Pero ello no significó que se entrara en una época donde iba a imperar la justicia social, la erradicación de las desigualdades, la ampliación de derechos.
La restauración de la democracia liberal se hizo presente con el voto popular, con la reinstalación de los tres poderes del Estado a tono con la Constitución liberal que organiza nuestra sociedad.
Miguel Rojo recuerda el escenario político de aquel momento: “Menem en el Ejecutivo Nacional y Angeloz en nuestra provincia, no eran precisamente, los términos de una ecuación pro trabajadores/as. De manera que las cámaras empresariales y los empleadores de todo tipo se sentían abrigados. Por eso, las discusiones paritarias, eran y lo son, pujas de fuerzas desiguales. Las patronales, instalaron la perversa disyuntiva: “no presionen por los salarios porque peligran las fuentes de trabajo”.
El Cispren, ayer como hoy, ante los vientos del neoliberalismo conservador que amenazaban azotar con fuerza, cerró filas detrás del recurso más valioso: la unidad.
Fueron innumerables los frentes conflictivos que se abrieron en los medios de la provincia.
“El conjunto de derechos: fuentes de trabajo, obra social, convenios colectivos, salarios, jubilación estuvieron, y aún lo están, atravesados por la incertidumbre de su vigencia habida cuenta de las políticas que emanan desde la cúspide del poder político enancado en el neoliberalismo”, dice Rojo.
“Menem, en el Ejecutivo Nacional y Angeloz, en nuestra provincia, no eran precisamente los términos de una ecuación pro trabajadores/as”.
La valoración del presente y la proyección de la actividad se relaciona con el avasallante avance de la tecnología, que muestra dos caras contrapuestas.
“Incuestionablemente, positivo, en el campo de la medicina, por ejemplo; ciertamente negativo su impacto, en el terreno de la comunicación y la información. Sirve recordar cómo, en los ’80, con la sola introducción de una máquina de control numérico, La Voz del Interior barrió con la sección expedición del matutino, con la consecuente secuela de los puestos de trabajo de los compañeros que se desempeñan en esa área”.
Hoy la información corre raudamente en las ruedas sociales, y los y las trabajadores/as de prensa no pueden prescindir de acudir casi mecánicamente a cuanta plataforma habitan en las computadoras y celulares. E irrumpe potente e “impiadosa” la IA (Inteligencia Artificial).
“Es el rotundo dominio de la más sofisticada tecnología que se enseñorea en nuestro mundo”, reflexiona Miguel.
Silicon Valley (California) alberga a las empresas dominantes en la materia, las GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft). Desde allí se desarrollan las estrategias de colonización de la sociedad humana mundial bajo un lema perversamente engañoso: “hacer del mundo un lugar mejor”.
Estas megaempresas que están a la vanguardia de la innovación tecnológica producen la subjetividad y la “relación con uno mismo” adecuada para el funcionamiento de sus dispositivos y para conducir el comportamiento de los gobernadores en general”. Maurizio Lazzarato, en El capital odia a todo el mundo. Fascismo o revolución (2019).
Rojo también cita a Eric Sadin en su libro La Siliconización del Mundo. La irresistible expansión del liberalismo digital (2018). “De ahora en adelante lo que prevalece es la extrema liviandad de los dispositivos y la reactividad algo rítmica favoreciendo los accesos a todos los saberes del mundo … El poder y la evanescencia de lo computacional responden a la vitalidad orgánica de las sociedades, al mismo tiempo que son garantes de un mundo mejor organizado y pacificado”.
El ex secretario concluye: “Este es el mundo actual de la información y la comunicación, que no solo acarreará el engrosamiento del ejército de desocupados de trabajadores/as de prensa en todo el mundo, sino además, el desvanecimiento de la esencia humana. Las organizaciones sindicales de prensa, el Cispren, por supuesto, deberán preparar sus estructuras y apuntar entre sus objetivos para afrontar esta terrible amenaza que ya se siente en cada rincón del planeta”.