Frente al proceso electoral en marcha, desde esta organización sindical no podemos mantenernos neutros y mirar a un costado.

No renunciamos al mandato de defensa irrestricta de los trabajadores y las trabajadoras de prensa y a los derechos laborales conquistados. A 40 años de la recuperación de la democracia, no somos indiferentes a las amenazas que se ciernen sobre nuestras libertades.

Nos enfrentamos a una derecha envalentonada, que supo montarse en la frustración y hastío de buena parte de nuestro pueblo para emerger y ser competitiva en la próxima compulsa electoral.

Hoy, nos encontramos con espacios políticos de derecha, radicalizados como nunca conocimos en este país, que podrían alcanzar el poder político. Así, nuestras peores pesadillas cobran cuerpo, se manifiestan en toda su potencia porque estamos muy cerca de ser alcanzados por decisiones -en lo político y en lo económico- peligrosas de un modo nunca visto.

Es claro que no podemos negar que las falencias de la dirigencia, agravadas a lo largo de los últimos años, habilitaron ese fenómeno y hoy estamos discutiendo, ni más ni menos, cuántas instituciones de la democracia se dinamitan, a qué sectores del Estado le llega la motosierra o incluso si la dictadura cívico militar cometió “excesos”. El colmo es volver a discutir la cifra de compañeros torturados, desaparecidos, asesinados.

Las fuerzas organizadas colectivamente debemos sembrar conciencia entre las víctimas de este momento aciago; hacer de cada uno un docente. Y hacerlo contrarreloj. Sin imputar a los electores responsabilidad ninguna. Con prédica y acción, hay que cerrar el paso a esas ideas. No tenemos más tiempo: es ahora.

La organización es urgente. Para mantenernos en pie de lucha, defender la democracia y los derechos existentes. Para garantizar que se cumplan, especialmente aquellos conquistados en los últimos 40 años por los movimientos sociales, el movimiento obrero, el movimiento feminista y transfeminista para las mujeres y las diversidades.

Hoy más que nunca, la salida es colectiva o no es.

Creemos firmemente en la ocupación del espacio público, en el derecho a la protesta y en la fuerza de nuestras movilizaciones como camino pacífico y necesario para hacer visibles nuestros reclamos.

Por eso, y ante el avance de sectores que proponen volver al pasado más oscuro de la Argentina, recortando derechos, criminalizando la protesta, prohibiendo las huelgas, sacando las fuerzas de seguridad e inteligencia a las calles, desarticulando el movimiento sindical y privatizando todo aquello que pueda ser privatizado, decimos “Nunca Más” es “Nunca Más”. Y recordamos que el modelo que proponen, a pesar de tener nuevos slogans y peinados, huele a pólvora y deuda. Y fue el mismo que dejó 30.400 desaparecidos y desaparecidas, 500 bebés nacidos en cautiverio y apropiados y la mayor deuda externa en la historia de la Argentina.

Es por ello que de cara a las elecciones presidenciales de octubre, les trabajadores de prensa organizades en el Cispren (Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba) nos pronunciamos en contra del ajuste al pueblo para pagar la deuda al Fondo Monetario Internacional; contra el extractivismo de nuestros bienes comunes, la represión y las violencias patriarcales.

Llamamos a no esperar a las elecciones para ocupar las calles y movilizarnos masivamente por la defensa de derechos. E instamos a votar aquellas fuerzas políticas que garanticen la vigencia de esas conquistas. En octubre y ante las urnas decimos Nunca Más, Memoria, Justicia y Verdad.

www.cispren.org.ar

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