Este 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, nos encontramos frente a un gobierno nacional que en su primer día de gestión eliminó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Y este año recortó un 33,2% el presupuesto para políticas de género, respecto del 2023.

Además, implementa políticas que llevan a la pobreza al 53% de nuestro pueblo. Y como si eso no fuera poco prevee, para 2025, recortar un 59% más del presupuesto para programas de asistencia social ¡El hambre y la desigualdad también son violencia!

En este escenario, de aumento de la inequidad y despidos, la ausencia del Estado se traduce en incremento de tareas de cuidado domiciliarias para mujeres y diversidades de todos los rangos etarios.Y por ende crece la violencia contra mujeres y diversidades, como indica el último informe del Observatorio Ahora Que Si Nos Ven. En lo que va de 2024, se registraron 227 femicidios y por lo menos ocho transfemicidios.

Las trabajadoras de prensa no estamos exentas de este contexto. Sufrimos violencia en nuestros espacios de trabajo, durante coberturas periodísticas, por parte de nuestros jefes y compañeros de trabajo. Asimismo, sufrimos persecución sindical por estar organizadas y afiliadas a nuestro gremio. Para superar el índice de pobreza nos vemos obligadas a tener hasta tres trabajos ¡La precarización laboral y los salarios de miseria también son violencia!

Tal como lo advertimos en septiembre de 2023, luego del plenario “Juntas y afiliadas”, el gobierno nacional -conducido por Javier Milei- vino a conculcar todos nuestros derechos. Por lo que seguimos diciendo que:

– Ratificamos nuestro compromiso con la lucha feminista y transfeminista, y con el tejido de redes con otras organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres y diversidades.

– Rechazamos el pago de la deuda al FMI y la contracción de nuevos préstamos con dicha entidad.

– Reclamamos la restitución de la categoría de Ministerio nacional a la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género y de Ministerio provincial a la Secretaría de la Mujer, y la asignación del presupuesto correspondiente.

–  Exigimos políticas públicas con perspectiva de género, que incluyan medidas eficientes e integrales contras las violencias machistas ¡Basta de femicidios, lesbicidios, transfemicidios y travesticidios! El Estado y los gobiernos nacional, provincial y municipal son responsables.

– Demandamos el cumplimiento de todos los derechos laborales conquistados por las luchas sindicales, los convenios colectivos y el estatuto profesional de les periodistas. Especialmente la creación de lactarios y espacios de cuidado para infancias, en nuestros lugares de trabajo.

– Demandamos políticas estatales para fomentar la inserción laboral y corregir la brecha salarial de mujeres y diversidades.
– Exigimos la correcta aplicación del Convenio 190 de la OIT y todas las leyes destinadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género y la discriminación en el mundo del trabajo.

– Reclamamos implementar y cumplir protocolos de intervención en casos de violencia o acoso, en todas las empresas de medios de comunicación o que trabajan con comunicadores/as. Es urgente la implementación de la Ley de Equidad de Género y la Ley Paridad en los medios.

– Nos solidarizamos con Agustina Sosa, periodista de Río Segundo, y con todas las trabajadoras de prensa que sufren violencia durante el desarrollo de tareas periodísticas.

– Solicitamos una ley que garantice un ingreso universal para todas las personas que realicen tareas de cuidado actualmente no remuneradas (especialmente mujeres y diversidades).

– Pedimos el reconocimiento de las trabajadoras sociocomunitarias como tales y la remuneración correspondiente por las tareas de cuidado que realizan.

¡La salida es colectiva! ¡Y es entre todes!
¡Basta de violencia contra las trabajadoras de prensa!
¡Trabajadoras y trabajadores somos todas y todes!

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